Preocupacion por el aumento de casos de COVID-19 en el servicio de colectivos

La empresa de transporte público La Cabaña, registra más de 30 choferes contagiados desde el inicio de la pandemia en nuestro país. “La ART no se hace cargo”, denuncian.

Son tiempos complejos para los trabajadores esenciales en el marco de la pandemia, y más aun, para los choferes de transporte público. Tal es el caso de los colectiveros que, día a día, sufren el aumento de casos positivos de COVID-19.

La empresa La Cabaña, que nuclea varias líneas que recorren la Zona Oeste, como la 242, 298, 172, entre otras, tiene hasta el momento, más de 30 choferes afectados con coronavirus, que debieron ser reemplazados para continuar con el servicio reducido que ofrecen desde el decreto del aislamiento obligatorio, preventivo y social, desde el 19 de marzo pasado.

El delegado gremial de la empresa, Fabián Méndez, explicó que en el caso de La Cabaña, hay “hasta cuatro choferes contagiados por día y, el último fin de semana, tuvimos ocho casos positivos”.

Asimismo, se refirió a las condiciones desfavorables a las que se enfrentan los trabajadores, ya que en la gran mayoría de los casos, luego de haber cumplido el aislamiento requerido tras haber contraído la enfermedad, deben volver a trabajar sin ningún tipo de seguimiento por parte de la obra social ni la ART.

“Cuando algún compañero tiene los primeros síntomas compatibles con coronavirus, la obra social le hace el primer hisopado, si da positivo, cumplen con el aislamiento por 14 días, y luego vuelven a trabajar. No hay un segundo hisopado”, denunció.

En ese sentido, contó que realizaron el reclamo  ante la UTA por cómo se están manejando ante este problema, sin embargo, no obtuvieron una respuesta hasta el momento, e incluso señaló que,  “en otras líneas ocurre lo mismo, por eso hay muchos compañeros que tienen los síntomas y no quieren aislarse porque la ART no se hace cargo”.

Consultado por la inseguridad a bordo de los colectivos, el delegado sostuvo que la situación mejoró en el último tiempo ya que están en contacto directo con las comisarías zonales, por lo que- si hay algún episodio sospechoso- dan aviso y la Policía envía móviles: “No tuvimos casos de inseguridad en lo que es la zona nuestra, pero el problema grave de hoy día es la situación de los pasajeros que sufren muchos robos cuando esperan los colectivos en las paradas”, concluyó.