A Franco Maranguello se lo llevó un patrullero de la puerta de la casa por estar en un horario no permitido en cuarentena. A las dos horas, cuando su mamá lo fue a buscar a la Comisaría del Menor, le dijeron que se había ahorcado.
Eran las 20.20 y Franco Maranguello, de 16 años, estaba en la puerta de su casa con un vecino. Esa charla era una infracción: en cuarentena nadie podía estar en la calle a partir de las 20, según un decreto de la provincia de San Luis.
Un patrullero que pasaba por ahí frenó y los policías le dijeron a Franco que quedaba detenido.
Su familia, cuando vio las luces titilar, salió a pedir por favor:
-No se lo lleve oficial, nosotras lo entramos a casa -dijeron la hermana y la cuñada. Como los policías no aflojaban, entraron para evitar que las detuvieran también.
Sandra, la mamá de Franco, salió del trabajo a las dos horas y lo fue a buscar a la Comisaría del Menor. Le pidieron que complete un formulario. Ella empezó a sospechar algo raro: en la puerta se amontonaba una ambulancia, policías de otras dependencias y una camioneta de la morgue.
Entonces le avisaron que Franco estaba muerto:
-Se ahorcó en la celda, usó la remera que tenía puesta.
La cuñada entró a reconocerlo y era él. Pero tuvieron que alumbrarlo con dos celulares. La pequeña celda donde lo habían aislado no tenía luz.
La muerte de Franco fue el 24 de abril. Y recién hoy declaró el policía que estaba a cargo esa noche: Fabricio Giménez, el único que no presentó su celular como prueba.
Mientras que el resto de los policías colaboró con la investigación, Giménez dijo que su teléfono se le había roto tres días después y tuvo que resetearlo.
- Raro
- Asqueroso
- Divertido
- Interesante
- Emotivo
- Increible